Salmo 138
Isaías 6:1-8
1 Corintios 15:1-11
Lucas 5:1-11
Hay una pesca supermilagrosa, Pedro está en el centro de los discípulos, se produce un reconocimiento de Jesús como Señor, Jesús actúa con total soberanía, Jesús llama a Pedro al seguimiento y al apostolado, y Pedro sigue a Jesús. La superabundancia de la pesca es ilustrada mediante tres figuras: el rompimiento de la red, el llenado de dos barcas, y su hundimiento.
La respuesta de Pedro construye una oposición entre la tarea infructuosa de toda una noche y la palabra de Jesús. La pericia de Pedro será refutada luego por el resultado del cumplimiento de la orden del maestro. Con todo, el futuro pescador de personas expresa su consentimiento basándose para ello en la orden de Jesús como maestro.
¿Cuál es el milagro principal o mayor? O, en otras palabras: ¿dónde colocó Lucas el énfasis fundamental? ¿En la enormidad de pescados, en el llamado, o en la profunda transformación de Pedro?
Si nos detenemos en la transformación de Pedro, podemos constatar que hay varias: el reconocimiento de Jesús como maestro que “sabe más” que el pescador experimentado, el reconocimiento de Jesús como Señor, la confesión de Pedro como hombre pecador, el abandono de todo y el seguimiento, y de esta manera su transformación en apóstol misionero.
La actitud de reconocimiento de Jesús como maestro, Señor y convocador y luego el seguimiento mismo del grupo en torno a Pedro constituyen una invitación a todas y todos nosotros a oír con cuidado el llamado de Jesucristo, a examinar nuestros pareceres y conductas y a dejarnos interpelar por el llamado.
¿Por qué no creer que Jesús nos convierte también a nosotros en pescadores?
El zapatero, la cocinera, el pastor, el ama de casa, el agricultor, la empleada, la bibliotecaria, el maestro, el médico, la madre, todas y todos recibieron un llamado de Dios que deben cumplir para bien de todas y todos. Es la vocación para poner en práctica de la mejor manera en su medio concreto las capacidades y los dones otorgados por Dios para beneficio común. Diferentes funciones y tareas, diversos llamados y dones de Dios, pero siempre puestos al servicio de la comunidad entera, y no para la gloria personal.
Con ello, podemos dar el siguiente paso: hoy el Señor nos llama a colaborar con su “pesca para la vida”. Una tarea no de especialistas iluminados o predicadores superexitosos, sino de todas y todos los miembros de la comunidad cristiana, cada cual desde su lugar concreto en la vida.
Es decisivo que vinculemos la puesta en práctica de estos dones y la misión con el reconocimiento de nuestras limitaciones. Pedro fue claro: se reconoció como hombre pecador. Pero Cristo vio más allá de esta confesión: vio las posibilidades latentes en Pedro, y las hizo fructificar. Por cuenta nuestra, no salvaremos a nadie. Somos y seguiremos siendo mendigos y mendigas que vivimos de la gracia de Dios. Aquel milagro de la pesca se transforma hoy en nosotros en un milagro acaso mayor, que consiste en el hecho de que Dios confía en nosotros, llamándonos a colaborar con su obra. No tenemos más ni somos más que otros u otras; sólo recibimos el mandato de anunciarles a Jesucristo en palabras y obras.
domingo, 7 de febrero de 2010
Dgo 31 de Enero 2010
Salmo 71:1-6.
Jeremias 1:4-10
1 Cor 13:1-13
Lucas 4:21-30
El domingo pasado, después de la lectura que hizo Jesús del profeta Isaías, el evangelio terminaba diciendo que “todos los presentes tenían fijos los ojos en él”. El evangelio de hoy continúa la escena, que recordemos se desarrolla en la sinagoga de Nazaret. Jesús dice que en él se cumplen las palabras de Isaías, es decir, que es el ungido (Mesías) para anunciar la Buena Noticia a los pobres y oprimidos... y el año de gracia del Señor.
Los vv. 22-30 los podemos dividir así: v.22: la reacción de la gente; vv. 23-27: la respuesta de Jesús; vv. 28-29: indignación e intentos de matar a Jesús por parte de los nazarenos; vv. 30: Jesús continúa su camino.
Es interesante constatar el contraste entre la reacción de la gente en el v. 22 y la de los versículos 28-29. Inicialmente los de su pueblo aprobaban, y se admiraban de su paisano, pero no alcanzaban a ver en Jesús la gracia de Dios que salía de sus labios, ni al profeta anunciado por Isaías, sino simplemente al Jesús hijo de José. Jesús percibe que sus paisanos no están interesados en sus palabras sino en sus hechos, les interesa ante todo un espectáculo milagrero, que cure los enfermos del pueblo y basta. Jesús les responde con otro refrán: “ningún profeta es bien recibido en su patria”, dejando claro que en Nazaret no hará ningún milagro.
El pueblo esperaba un mesías espectacular, capaz de acciones mágicas y milagrosas. Para el pueblo de Nazareth es imposible que Dios accione a través de una persona común, cuyos orígenes son conocidos de todos.
Entre los vv. 25-27 Jesús acude al AT para explicar su situación. El verdadero profeta no se deja acaparar ni mucho menos presionar para satisfacer a un auditorio interesado sólo en el espectáculo o en intereses individuales, aunque sean los de la familia o su propio pueblo. El profeta es libre y se debe a la palabra de Dios. La historia de Elías y Eliseo recuerda a los nazaretanos cómo éstos tuvieron que irse a tierra de paganos porque su propio pueblo no quería escucharlos. La característica de la mujer de Sarepta es su confianza en Dios, confiando su vida y la de su propio hijo en un extraño como Elías; y característico del sirio Naamán es que depone su orgullo y soberbia nacionalistas ante las palabras de Eliseo. La misma Iglesia reconocerá en este texto su misión de anunciar la Buena Noticia a los más alejados, es decir, que la Palabra echa sus primeras raíces en las personas y en las familias, pero ése no es su destino final; tiene que ser una palabra que busque siempre el camino de los más alejados y necesitados.
Las palabras finales de Jesús enfurecen a los presentes e intentan arrojar a Jesús por un barranco en las afueras del pueblo. Es curioso cómo los pobres de Nazaret, sujetos preferenciales del Anuncio de la Buena Nueva, se convierten en sujetos de odio y de muerte, despreciando la palabra presente en su tierra. Pero la palabra no puede morir, y Jesús continúa su camino misionero al servicio de los pobres, marginados y excluidos, con una palabra de vida, aunque amenazada siempre de muerte por quienes hacen de su vida una mala noticia de egoísmo y muerte.
Lc. 4,14-30 es una síntesis de todo lo que acontece en la vida y acción de Jesús. Lucas quiso, desde el inicio de la actividad de Jesús, mostrar lo que acontece a lo largo de todo el evangelio y que acontece también en el caminar de las comunidades cristianas (Hechos dos Apóstolos): el mensaje de liberación encuentra fuerte resistencia e rechazo. Quien no admite que la Buena Noticia sea anunciada a los pobres, los que no quieren ver los oprimidos libertados, los que no desean ver libres los presos, persiguen hasta la muerte los promotores de la liberación.
Jesús, el profeta rechazado (evangelio). Llevamos a la comunidad a descubrir cuanto aceptamos y cuanto rechazamos de la liberación que Dios nos ofrece en Jesús.
Jeremias 1:4-10
1 Cor 13:1-13
Lucas 4:21-30
El domingo pasado, después de la lectura que hizo Jesús del profeta Isaías, el evangelio terminaba diciendo que “todos los presentes tenían fijos los ojos en él”. El evangelio de hoy continúa la escena, que recordemos se desarrolla en la sinagoga de Nazaret. Jesús dice que en él se cumplen las palabras de Isaías, es decir, que es el ungido (Mesías) para anunciar la Buena Noticia a los pobres y oprimidos... y el año de gracia del Señor.
Los vv. 22-30 los podemos dividir así: v.22: la reacción de la gente; vv. 23-27: la respuesta de Jesús; vv. 28-29: indignación e intentos de matar a Jesús por parte de los nazarenos; vv. 30: Jesús continúa su camino.
Es interesante constatar el contraste entre la reacción de la gente en el v. 22 y la de los versículos 28-29. Inicialmente los de su pueblo aprobaban, y se admiraban de su paisano, pero no alcanzaban a ver en Jesús la gracia de Dios que salía de sus labios, ni al profeta anunciado por Isaías, sino simplemente al Jesús hijo de José. Jesús percibe que sus paisanos no están interesados en sus palabras sino en sus hechos, les interesa ante todo un espectáculo milagrero, que cure los enfermos del pueblo y basta. Jesús les responde con otro refrán: “ningún profeta es bien recibido en su patria”, dejando claro que en Nazaret no hará ningún milagro.
El pueblo esperaba un mesías espectacular, capaz de acciones mágicas y milagrosas. Para el pueblo de Nazareth es imposible que Dios accione a través de una persona común, cuyos orígenes son conocidos de todos.
Entre los vv. 25-27 Jesús acude al AT para explicar su situación. El verdadero profeta no se deja acaparar ni mucho menos presionar para satisfacer a un auditorio interesado sólo en el espectáculo o en intereses individuales, aunque sean los de la familia o su propio pueblo. El profeta es libre y se debe a la palabra de Dios. La historia de Elías y Eliseo recuerda a los nazaretanos cómo éstos tuvieron que irse a tierra de paganos porque su propio pueblo no quería escucharlos. La característica de la mujer de Sarepta es su confianza en Dios, confiando su vida y la de su propio hijo en un extraño como Elías; y característico del sirio Naamán es que depone su orgullo y soberbia nacionalistas ante las palabras de Eliseo. La misma Iglesia reconocerá en este texto su misión de anunciar la Buena Noticia a los más alejados, es decir, que la Palabra echa sus primeras raíces en las personas y en las familias, pero ése no es su destino final; tiene que ser una palabra que busque siempre el camino de los más alejados y necesitados.
Las palabras finales de Jesús enfurecen a los presentes e intentan arrojar a Jesús por un barranco en las afueras del pueblo. Es curioso cómo los pobres de Nazaret, sujetos preferenciales del Anuncio de la Buena Nueva, se convierten en sujetos de odio y de muerte, despreciando la palabra presente en su tierra. Pero la palabra no puede morir, y Jesús continúa su camino misionero al servicio de los pobres, marginados y excluidos, con una palabra de vida, aunque amenazada siempre de muerte por quienes hacen de su vida una mala noticia de egoísmo y muerte.
Lc. 4,14-30 es una síntesis de todo lo que acontece en la vida y acción de Jesús. Lucas quiso, desde el inicio de la actividad de Jesús, mostrar lo que acontece a lo largo de todo el evangelio y que acontece también en el caminar de las comunidades cristianas (Hechos dos Apóstolos): el mensaje de liberación encuentra fuerte resistencia e rechazo. Quien no admite que la Buena Noticia sea anunciada a los pobres, los que no quieren ver los oprimidos libertados, los que no desean ver libres los presos, persiguen hasta la muerte los promotores de la liberación.
Jesús, el profeta rechazado (evangelio). Llevamos a la comunidad a descubrir cuanto aceptamos y cuanto rechazamos de la liberación que Dios nos ofrece en Jesús.
lunes, 11 de enero de 2010
Epifanía II
Mateo 2: 13-23
La Huida a Egipto y Herodes manda a matar los niños.
El texto de este domingo nos desafía en los significados de la manifestación de Dios y las reacciones humanas a esta visibilizacón de la salvación.
1. Lo primero que quiero señalar es la obediencia de José a el anuncio del angel. A veces no pensamos que la obediencia es parte de la fe cuando es parte constitutiva de ella. La visita, revelación o visión recibida conlleva una respuesta. Nos quedamos solo con lo maravilloso de lo visto o experimentado y no con la responsabilidad de actuar en consecuencia.En este caso la obediencia de Jose preserva la vida de Jesús.
2. Lo salvaje de la acción del despota Herodes es el segundo elemento de esta reflexión. ¡Cuan amenazado se siente que manda eliminar a todos los niños menores de dos años en Belen y sus alrededores!. La desesperación lleva a destruir, eliminar, hacer desaparecer a lo que se considera amenaza.
3. El lamento y el llanto de Raquel por la muerte de sus hijos. Hay momentos en que el sufrimiento es tan terrible y tan grande que no queremos ser consolados. ¿Cuanto del consuelo ofrecido es solo una negación del dolor?.
Cuando Dios se muestra y manifiesta tambien se muestra y manifiesta la humanidad nuestra. Vemos a Dios y nos vemos nosotros mismos.
Que así sea
La Huida a Egipto y Herodes manda a matar los niños.
El texto de este domingo nos desafía en los significados de la manifestación de Dios y las reacciones humanas a esta visibilizacón de la salvación.
1. Lo primero que quiero señalar es la obediencia de José a el anuncio del angel. A veces no pensamos que la obediencia es parte de la fe cuando es parte constitutiva de ella. La visita, revelación o visión recibida conlleva una respuesta. Nos quedamos solo con lo maravilloso de lo visto o experimentado y no con la responsabilidad de actuar en consecuencia.En este caso la obediencia de Jose preserva la vida de Jesús.
2. Lo salvaje de la acción del despota Herodes es el segundo elemento de esta reflexión. ¡Cuan amenazado se siente que manda eliminar a todos los niños menores de dos años en Belen y sus alrededores!. La desesperación lleva a destruir, eliminar, hacer desaparecer a lo que se considera amenaza.
3. El lamento y el llanto de Raquel por la muerte de sus hijos. Hay momentos en que el sufrimiento es tan terrible y tan grande que no queremos ser consolados. ¿Cuanto del consuelo ofrecido es solo una negación del dolor?.
Cuando Dios se muestra y manifiesta tambien se muestra y manifiesta la humanidad nuestra. Vemos a Dios y nos vemos nosotros mismos.
Que así sea
domingo, 3 de enero de 2010
Epifanía 2010
Mt 2, 1-12: Los «Reyes Magos».
Respecto a los «Magos» es importante precisar que para la Biblia, la astrología no tiene buena fama: véase Dn 1,20; 2,2.10 o Hch 8,9 y 13,8. Es sobresaliente la forma parca en la que Mateo los presenta: incluso su país de origen queda en la oscuridad. Para un judío, el “Oriente” designa todo lo que está más allá del Jordán.
Los Magos, alertados por el “surgir de un astro”, vienen a postrarse ante Jesús. La Astrología se postra: en una época en que las creencias astrales estaban extendidas, era necesario que el evangelista subrayase la supremacía del Señor sobre los elementos del mundo. Otra finalidad de tipo polémico y muy importante existe también en el relato: Herodes y Jerusalén no reconocen al Mesías y le ponen una trampa; por el contrario, los Magos extranjeros, símbolo de las naciones paganas son los primeros que vienen a adorar al Salvador. Éste es uno de los temas más trabajados por esa comunidad evangélica de Mateo. Para ella queda claro, que el Dios que se nos revela en la persona del Señor Jesucristo, no le pertenece a ningún pueblo, a ninguna raza, a ninguna nación, y tampoco a ninguna religión. Dios es para todos y, todos los pueblos están llamados a congregarse en torno a él.
La fiesta de la Epifanía es una ocasión privilegiada para abordar ante el pueblo de Dios el tema del diálogo de religiones, y la reformulación del cristianismo y de su teología a la luz de planteamientos que tengan en cuenta esa pluralidad de religiones. No sería muy evangelizador quedarse encerrados en ese "mito" de los reyes magos, y pensar que fue en ese gesto legendario «como Dios se reveló a los gentiles.
La fiesta de la Epifanía es la revelación de la bondad de Dios que desea salvar a todos. El es la salvación si la comunidad se posiciona positivamente, en sintonía con la salvación que es ofrecida a todos. El texto de hoy , por tanto, ofrece:
• Una invitación a la comunidad para salir de la postración y la ceguera, para percibir y sentir la presencia de Dios que transforma a partir de dentro .
• Una oportunidad para discernir: la salvación no viene de los poderosos, sino de los pequeños pastores, el poder que atiende las reivindicaciones de los excluidos. Quien entiende la lógica de Dios que nace en la periferia del mundo será capaz de una acción que desestabiliza los Herodes de hoy. ¿Nuestro camino pasa por esos Herodes, o tiene otra “estrella”, otros “sueños” para cambiar la sociedad?
Respecto a los «Magos» es importante precisar que para la Biblia, la astrología no tiene buena fama: véase Dn 1,20; 2,2.10 o Hch 8,9 y 13,8. Es sobresaliente la forma parca en la que Mateo los presenta: incluso su país de origen queda en la oscuridad. Para un judío, el “Oriente” designa todo lo que está más allá del Jordán.
Los Magos, alertados por el “surgir de un astro”, vienen a postrarse ante Jesús. La Astrología se postra: en una época en que las creencias astrales estaban extendidas, era necesario que el evangelista subrayase la supremacía del Señor sobre los elementos del mundo. Otra finalidad de tipo polémico y muy importante existe también en el relato: Herodes y Jerusalén no reconocen al Mesías y le ponen una trampa; por el contrario, los Magos extranjeros, símbolo de las naciones paganas son los primeros que vienen a adorar al Salvador. Éste es uno de los temas más trabajados por esa comunidad evangélica de Mateo. Para ella queda claro, que el Dios que se nos revela en la persona del Señor Jesucristo, no le pertenece a ningún pueblo, a ninguna raza, a ninguna nación, y tampoco a ninguna religión. Dios es para todos y, todos los pueblos están llamados a congregarse en torno a él.
La fiesta de la Epifanía es una ocasión privilegiada para abordar ante el pueblo de Dios el tema del diálogo de religiones, y la reformulación del cristianismo y de su teología a la luz de planteamientos que tengan en cuenta esa pluralidad de religiones. No sería muy evangelizador quedarse encerrados en ese "mito" de los reyes magos, y pensar que fue en ese gesto legendario «como Dios se reveló a los gentiles.
La fiesta de la Epifanía es la revelación de la bondad de Dios que desea salvar a todos. El es la salvación si la comunidad se posiciona positivamente, en sintonía con la salvación que es ofrecida a todos. El texto de hoy , por tanto, ofrece:
• Una invitación a la comunidad para salir de la postración y la ceguera, para percibir y sentir la presencia de Dios que transforma a partir de dentro .
• Una oportunidad para discernir: la salvación no viene de los poderosos, sino de los pequeños pastores, el poder que atiende las reivindicaciones de los excluidos. Quien entiende la lógica de Dios que nace en la periferia del mundo será capaz de una acción que desestabiliza los Herodes de hoy. ¿Nuestro camino pasa por esos Herodes, o tiene otra “estrella”, otros “sueños” para cambiar la sociedad?
sábado, 2 de enero de 2010
Celebración Comunitaria
El desafío posnavidad es participar en la construcción del proyecto de salvación de la humanidad. El compartir fraternalmente es parte de esto. Encontranos, juntarnos salir de nosotros mismo es un deber. Ahora empezamos la época de Epifania que significa manifestación, mostrarse de este Dios hecho hombre, Dios con nostros. Debemos descubrirle, encontrarle.
No solo en la liturgia, o en la palabra sino tambien al "partir el pan".
domingo, 27 de diciembre de 2009
¡NAVIDAD!!
Finalmente llegó la Navidad. La vida es mucho más rápida y los tiempos son más cortos. A pesar de eso nos preparamos para recibirla. El Adviento nos habló de la Paz y como debemos vivirla. Patricia, Jorge, Rut y Samuel culminaron el tiempo de preparación. Cada Domingo ellos y sus familias fueron encendiendo progresivamente luces para guiar nuestro camino.
La Navidad llega con su mensaje de que "Dios Salva" (Jesús) y "está con nosotros" (Emanuel).
Niños y adultos podemos compartir estos mensajes y sus significados para nuestras existencias.
Ahora como los pastores, magos y la familia de Jesús debemos vivir y testificar de lo ocurrido y así otros sabrán lo ocurrido aquella noche y recibirán la bendición.
domingo, 6 de diciembre de 2009
II Luz de Adviento
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