lunes, 11 de enero de 2010

Epifanía II

Mateo 2: 13-23
La Huida a Egipto y Herodes manda a matar los niños.
El texto de este domingo nos desafía en los significados de la manifestación de Dios y las reacciones humanas a esta visibilizacón de la salvación.
1. Lo primero que quiero señalar es la obediencia de José a el anuncio del angel. A veces no pensamos que la obediencia es parte de la fe cuando es parte constitutiva de ella. La visita, revelación o visión recibida conlleva una respuesta. Nos quedamos solo con lo maravilloso de lo visto o experimentado y no con la responsabilidad de actuar en consecuencia.En este caso la obediencia de Jose preserva la vida de Jesús.
2. Lo salvaje de la acción del despota Herodes es el segundo elemento de esta reflexión. ¡Cuan amenazado se siente que manda eliminar a todos los niños menores de dos años en Belen y sus alrededores!. La desesperación lleva a destruir, eliminar, hacer desaparecer a lo que se considera amenaza.
3. El lamento y el llanto de Raquel por la muerte de sus hijos. Hay momentos en que el sufrimiento es tan terrible y tan grande que no queremos ser consolados. ¿Cuanto del consuelo ofrecido es solo una negación del dolor?.
Cuando Dios se muestra y manifiesta tambien se muestra y manifiesta la humanidad nuestra. Vemos a Dios y nos vemos nosotros mismos.
Que así sea

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