domingo, 10 de mayo de 2009

5to. Dgo. Pascua


Salmo 22:25-31
Hechos 8:26-40
Juan 15:1-8
Jesús la Vid verdadera

La vid (la parra) era un símbolo israelita, símbolo del pueblo elegido, del pueblo de la promesa.
Él se declara la vid verdadera, asumiendo la historia de su pueblo, pero elevándola.
En la alegoría, los discípulos de Jesús son los sarmientos (Pámpanos, brotes, ramas). Un verbo que juega un papel fundamental en el discurso es permanecer.(7 veces)
Jesús plantea la permanencia y los mandamientos de esa permanencia como estar en el amor.

Dios puede parecer exigente, duro. Pide frutos, y en abundancia, para ser discípulos suyos. Él no nos quiere secos, decaídos, tristes, aburridos, medio muertos. Es costoso, pero Dios no nos pide imposibles, recordándonos sin tapujos “sin mí no podéis hacer nada”.
Dios es un Dos que da en primer lugar, lo que el pide es parte de lo que ha dado.

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