
Celebramos la Pascua.
Nos congregamos para anunciar el triunfo de la vida sobre la muerte.Junto con recordar su muerte en la cruz revivimos su triunfo sobre elpecado y la muerte.
De allí que encuentra pertinencia la celebración de la cena del Señor. La muerte y resurrección de Jesús son el nutrimento y alimento del cristiano que le permite vivir y anunciar la nueva vida.
Juan 20:1-18
La predicación del Domingo de Resurrección no sólo es la referencia al milagro de un tiempo lejano en un país lejano. Debe ser el anuncio de nuestras propias resurrecciones, de como nuestras historias de vida de cruzan con la de este maestro de Nazaret para conocer otras expectativas, otras certezas, otras valentías.
Que así sea
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